Soy de la
opinión que en el PSOE existen diversas maneras de entender el socialismo, y
quiero dejar claro que pienso que todas son legítimas. También hay algunos elementos
que, si alguna vez fueron socialistas, ahora no lo son. Son los que viviendo
como capitalistas han acabado pensando como tales. Y se les podría señalar, a los que aún se
mantienen dentro del PSOE, cómo “corruptos intelectuales”.
El paso renovador que dio el PSOE
con la elección del Secretario General Federal por la militancia fue un final,
cuando debería haber sido un principio de desarrollo de las ansias renovadoras
de la militancia.
La batalla contra Pedro Sánchez,
se planteó inmisericordemente nada más ser elegido. Impidiéndole desarrollar,
ni siquiera plantear, las ideas de regeneración que pudiese traer para un PSOE
muy necesitado de ellas.
La innoble batalla, que iba
contra la voluntad de la militancia, culminó en el último Comité Federal, que
encorsetó de tal manera a los negociadores socialistas que les ha impedido
formar un Gobierno de Progreso, por el qué la mayoría de españoles y españolas
suspiraba.
Además se ha generado espuriamente
entre las bases socialistas la idea de que Podemos es nuestro enemigo, y que
para luchar contra ellos nos tenemos que aliar con quién sea y como sea. En
esta ocasión ha sido con C’S, ¿en junio será con el PP?
Y por ahí no paso, realmente son adversarios
políticos luchando por los mismos hipotéticos votantes. Pero yo estoy mucho más
cerca, en el terreno de las ideas, de un
votante de Podemos que de uno del C’S, y no digamos del PP.
Por lo tanto está claro que estoy
más a favor de un gobierno de progreso, que de una gran coalición con la
derecha.
El próximo mes de julio nos
podemos encontrar irremisiblemente empujados a la segunda opción. Algo que, sinceramente,
no sé si podría soportar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario