Un consejo al PSOE, gratuito y sin acritud
Como preámbulo al consejo que ofrezco al PSOE en el párrafo final de
este escrito, previamente sugeriría a la cúpula socialista que actuase con
sensatez considerando que no es éste un buen momento para manifestar
discrepancias, ni tampoco para sacar trapos sucios y con interés fratricida,
anteponiendo el beneficio personal al significado y el respeto que merecen unas
siglas más que centenarias.
Tras un segundo fracaso electoral (exceptuando la victoria pírrica que
aun les permite seguir a flote tras el susto de un sorpasso que parecía
inminente), no me parece oportuno airear diferencias ni reproches, cuando lo
imperativo es que, de una vez por todas, los responsables del partido
socialista hablen con claridad y asuman con determinación que sólo disponen de
tres opciones para salir del peor momento de su historia.